martes, 12 de mayo de 2015

La Finca de Susi Diaz, identidad femenina y una reunión de amigos.

Nueva visita a La Finca de Susi Diaz (C/Partida de Perleta poligono 1 nº7 tlf: 965456007 web:www.lafinca.es), en esta ocasión propiciada por un reencuentro entre amigos.

Ya en un artículo previo de hace 2 años dejé patente el buen trabajo que se hace en este restaurante del municipio ilicitano, y por ello no suponía inconveniente alguno repetir, y más para ocasiones especiales como ésta.
Amigos desde el 97.
Se confirman las sensaciones previas y de hecho crecen, no sólo por la compañía. Si no que de forma objetiva se mantiene el detalle de cada plato, con sabores estructurados y estudiados, una progresión bien medida y un buen repertorio técnico en un menú que consta de 25 pases.

Crece también el servicio de sala y de vino con respecto a mi paso anterior, excelente asesoramiento en apartado del vino con un cava Huguet, un godello La Pola y un Borgoña Chardonnay pasado por barrica, acomodándose a esa progresión palatal de sabores frescos a más untosos como fue ese final con la merluza sobre parmentier de trufa, los dados de solomillo con setas y la selección de quesos, por cierto una forma diferente de hacer el pre-postre clásico de los quesos.

La sala especialmente atenta al raro del grupo, intolerante al queso, siendo este un menú que además presentaba bastantes elaboraciones con lácteos de por medio. Y se prestó atención a las peticiones que introduje en mi reserva con un local que hizo pleno ese viernes mediodía, respetándonos la posibilidad de ocupar la zona más próxima a los ventanales y la ya mencionada intolerancia por parte de uno de los comensales.

Si bien es verdad que el hecho de reunirnos muy de vez en cuando supone que uno le preste menos atención a la comida, si que no dejó de ser en gran parte la protagonista al querer celebrar de forma expresa esta reunión en un local de estas características, y es así como entre risas y alguna que otra discusión de corte político (ya se sabe que hablar de política, fútbol y religión a la mesa siempre trae problemas) dejaron huella varias elaboraciones empezando desde los snack, donde personalmente el más sobresaliente es la conversión de un cocktail en comestible como fue el negroni (lo mostró en uno de los programas de TopChef), y percibir el vermouth, la ginebra y el cinzano. O el bombón de aceituna, de los de un bocado para que se rompa en boca y libere todo el líquido con el sabor de la aceituna. Mientras tanto el cava iba cayendo...
Snacks

Graciosa la conversión de la mítica tarta ópera en salado con foie, y la cada vez más frecuente presencia del caviar (Riofrio) en los menú degustación de muchos de los estrellas, en esta ocasión sobre un blini, bonita presentación en una caja de regalo. Los 2 siguientes me gustaron mucho en particular y fueron de lo mejor del menú, con el helado de espárrago y verduras, contraste de temperaturas y texturas, de la cremosidad y frescor del helado al crujiente y templado de la verdura. Después quisquilla con pil-pil y coco, una evolución del que probé hace un par de años, muy buena la cocción de la quisquilla y un pilpil muy bien elaborado, contraste de textura crujiente y en sabor por acidez de la manzana (creo era grannysmith), y las perlas de coco añaden otro registro. Otro gran plato fue el requesón con anguila ahumada y sésamo, la acidez del requesón con la untuosidad y ahumado de la anguila y por otro lado el crujiente y dulce del sésamo. Otro sobresaliente fue la yema rebozada con guisantes del Maresme, este fue coreado por toda la mesa.

En el paso a dulces, un prepostre de quesos manchegos en 3 elaboraciones diferentes, una forma diferente de dar ese cambio al postre. Seguido de Creme Brulée, bocado de piña y unos excelentes chocolates.

Helado esparrago
Helado requesón y anguila ahumada
Estos como los más reseñables, pero los demás no se quedaban muy atrás, presente siempre el mimo en la decoración y presentación del plato, y como digo una excelente coordinación por parte del equipo de sala a la hora del servicio. Si tuviera que poner alguna crítica a alguno de los platos sería al carpaccio templado de lubina con trufa negra, siendo la lubina un pescado tan "delicado" la trufa cogió mucho poder, y el tipo de cocción hizo que fuera quizá muy denso el conjunto, no sé si menos hecho o con otro tipo de pescado que permita un uso en frío quizá ganase más el conjunto.

Por lo demás y con respecto a la experiencia anterior, ha mejorado la visión que ya tenía sobre La Finca, con una mejor percepción de la que tenía con respecto a sala y servicio de vino y sinceramente por un precio mucho más que razonable por lo recibido.

Así que cocina, vino, sala y entorno hacen de La Finca un restaurante con garantía de éxito y de los que perduran en la memoria.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.

PD: Dejo el resto de fotos al final del artículo.


Frases de bienvenida en la servilleta, cada una diferente.


Tarta ópera de foie


Caviar Riofrio sobre blini
Nigiri de atún rojo
Quisquilla, pilpil y perlas de coco

Lubina templada
Requesón y anguila ahumada

Yema rebozada y guisantes del Maresme


Merluza sobre parmentier de trufa

Dados de solomillo con setas

Etereo de queso manchego, espuma de queso con uva y helado cremoso de queso

Creme brulée y bocado de piña

Chocolates




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