miércoles, 15 de octubre de 2014

El Por qué y Stephen Hawking.

Buenas a todos.

Recuerdo de tiempos del colegio cuando en clases de Historia teníamos que hacer lectura crítica de artículos periodísticos y analizar las 4 preguntas claves que ha de haber en cada uno de ellos. Qué, Cómo, Cuándo y Por Qué.

En los tiempos actuales supongo que esto ya no se hará (la generación de mi hermano ya no lo hizo), pero son 4 preguntas que uno siempre debe hacerse, junto con quienes somos, de donde venimos y a donde vamos, las 3 preguntas base de la filosofía.

Y cuando se acercan los 4 años que llevo escribiendo, miro atrás y me planteo esas 4 primeras cuestiones, y al mismo tiempo una más, por qué me planteo esto ahora mismo.

Esa es fácil de responder, miro mi página y veo que cada vez publico menos. Pero lo poco que publico bien es cierto que es más intenso, más razonado, con más conocimiento, lo que me han aportado estos 4 años de estudio empírico y de vez en cuando, tiempo delante de libros y mucha información vía internet. Y de ahí sale el qué hay en esta página, mis experiencias sólo o acompañado, ante una mesa. El cómo, también es sencillo. De casualidad, un día te planteas que lo puedes escribir, buscas una plataforma, la eliges y te pones a ello. El cuándo, hace casi 4 años (31 de Octubre para ser exactos) que escribo, pero son ya 8 los que llevo interesándome en este mundo, y cada día que pasa voy descubriendo que hay mucho más de lo que no sé frente a lo que sé (muy Socrático esto) desde que probé la cocina de mi ahora amigo Modesto, por primera vez. Pero el por qué es la más difícil de contestar, porque éste va cambiando cada año que pasa, empieza uno con una idea y termina con otra diferente, pero siempre está presente la satisfacción personal, que aquello que publiques sea de la mayor calidad a la que uno tiene alcance. Y eso es lo que limita el ritmo de publicación.

Pero ello no significa que no me mueva, de hecho este tiempo me ha permitido conocer varios sitios a los que siempre es un placer volver, y que reservar mesa supone una alegría, y alguno que ha supuesto una amistad, aunque esto suponga abandonar el espíritu aventurero de probar nuevos sitios.

Uno de ellos es El Portal, de Sergio Sierra del que hablé hace 1 año aproximadamente y que desde la 1ª visita, siempre que hemos vuelto a Alicante lo hemos pisado, y todas con un gran éxito. No ha levantado el pie del acelerador este local, y con nuevas aperturas en diferentes sitios de Alicante (Tryp, y en breve en Teatro Principal), la calidad de la cocina está al mismo nivel que el de sala, excelente, y una carta de vinos que es con diferencia la más completa de la ciudad, y a precios más que razonables, que permiten pegarse algún capricho a precio de PVP de alguna tienda-bodega.
Doble iberico de El Portal

Otro que siempre es un placer pisar es Ricard Camarena, muy pesado soy con este local y su cocina,  soy consciente de ello, pero siempre que reservo mesa sé que lo voy a gozar, sin lugar a duda. El propio local de diseño por Philippe Stark, la evocación a la etapa musical de Camarena en sus cuadros a la extensa mesa que preside el local, advierten que uno va a pasar un buen rato. Luego viene la confirmación de lo previsto, platos límpidos, colorista, y muy puros, esencia de cada ingrediente. Y siempre bien acompañado del trabajo de David Rabasa, que para mi es de los que mejor trabajan sala de los que he tenido la oportunidad de conocer.

Ricard Camarena
Vuelve Carolina y El Poblet en manos de Germán y Carito, una pareja encantadora y apasionada por su trabajo que lo reflejan cada día de servicio, además con Tandem Gastronómico se encargan de la difusión del conocimiento gastronómico a nivel del usuario, y nos ha dado la oportunidad de conocer el mundo de la cerveza artesana, los fondos básicos, el pan, el queso y en breve técnicas que parecen tan inaccesibles como la cocina al vacío. Además de realizar asesoramiento profesional.

Nota: para cuando haya publicado este artículo, Germán Carrizo y Carolina Lourenço ya habrán emprendido un nuevo camino fuera del grupo de Quique Dacosta. Desde aquí, mis felicitaciones por emprender una nueva senda, algo digno de loa. Todo mi apoyo.





Y por supuesto, La Salita, ir a ver a Bego y Jorne, no sólo es disfrutar de la cocina, es disfrutar de ellos y como eso se ve reflejado en su trabajo. Con un gran potencial, que cada día es más real, más proyectos que sin lugar a duda serán un éxito, o al menos eso espero. Porque si hay algo mejor que disfrutar de la cocina de Begoña, es poder hacerlo frente al mar. Como digo, es un placer, pero no sólo para mi, si no para cada uno de los diferentes amigos que me han acompañado a conocer La Salita. Una Top en todos los sentidos.

Tanto de Germán, Carito, Bego y Jorne tengo el honor de poder tenerlos entre mis amigos, algo impensable si no hubiera pisado antes sus cocinas, y no nos uniera esta pasión por su trabajo.

El árbol de la vida de La Salita (en la foto Javier Portolés, un cerebro gastroludópata)

Y sin dejar de lado a Aqua, Arbequina y Cal Cuc, mis 3 referencias en la ciudad de Castellón, regentados por 3 amigos, Pedro Salas, Modesto Fabregat y Fernando Huguet. 3 estilos diferentes, 3 estilos excelentes. Desde la creatividad de Pedro, a la excelencia del trato al producto de Modesto al ingenio de Fernando, nuestro David de Jorge particular. Sin cualquiera de ellos, Castellón se quedaría cojo para  mi. Como lo fue la desaparición de El Medoc en Benicassim de Almudena Ribo, que por cuestiones de salud (gracias a la ciencia está mucho mejor) hubo de dejar esa gran labor que estaba haciendo en el pueblo, dotándolo de una alternativa gastronómica que no existía a un buen nivel, y con un equipo humano inigualable (JuanVi Forever in our hearts).

Y no quiero dejar de lado ni olvidarme de los gastropirados que he ido conociendo, algunos ya de hace más tiempo como Dule, Vicente o Pilar que nos conocimos a través de la convocatoria de Bego, y nuevos, como Pep Blanes que a través de una página común de Facebook hicimos buenas migas, o Angels y Miguel Angel que este año pudimos desvirtualizarnos cenando juntos en Shunka, o Jesus Fernandez Prieto, alias "pollito", todo un referente en el mundo gastronómico 2.0 con el que debatir es aprender y pegarte unas cuantas risas en 140 caracteres.

Así pues, revisando estas sensaciones llego a ese por qué, eso que me llena y me hace sentir y compartir estas experiencias, que si no son plenas no merece la pena que sean compartidas. Ese origen real, al igual que Stephen Hawking trabaja por llegar al origen y el por qué del universo, un Hawking que a pesar de las limitaciones físicas, no tiene ninguna limitación psíquica y desborda con su inteligencia, convirtiéndolo en un ejemplo. Un ejemplo que hace poco nos visitó con ocasión del Festival Starmus, quizá una de las visitas realmente más ilustres que hayan pisado este país. Un mundo, el de la astrofísica, que despierta tantas pasiones como la gastronomía, con la salvedad que yo me pregunto por qué me puse a escribir, y Hawking se pregunta por qué estamos aquí.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.

PD: Este artículo ya estaba prácticamente terminado antes de irme de vacaciones, y durante éstas he tenido la suerte de probar sitios realmente apasionantes e interesantes que han reavivado las ganas de seguir escribiendo, y han llenado el depósito de energía para seguir contando mis andaduras. Y también han servido para reflexionar sobre cómo quiero seguir con esta página.

En breve el resumen de este 4º año, pero antes habrá el artículo sobre el restaurante en el que celebré mi cumpleaños, el paradigma de la elegancia y la excelencia.

Saludos. 

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