lunes, 27 de mayo de 2013

FENAVIN. Parte II (Pago el Vicario)

Buenas a todos.

Volvemos con la experiencia de FENAVIN 2013, tras la salida nocturna del día anterior, que no fue excesiva y nos permitió ser responsables y recogernos pronto, volvimos a la Feria con ganas de pasar por el túnel del vino y probar cuanto más, mejor.

Cola de entrada al túnel
Una vez dentro del túnel, uno lo que ve es un horizonte sin fin de cubiteras y botellas. 40 pasillos con 40 cubiteras, Y eso es mucho vino para probar en una hora y media. Obviamente, la idea no es probarlos todos, si no ir a aquellas D.O que más interesan o las uvas que más gustan, o las etiquetas más vistosas o que se acomoden a tu local y comprobar si lo que está dentro de la botella está bueno y a buen precio.

Mi amigo Manolo y yo fuimos probando principalmente godellos, albariños, mencia y garnacha. Y yo desde mi poca profesionalidad, me guiaba mucho por las etiquetas vistosas y comprobar si estaban ricos o no, y alguna sorpresa me lleve de conjunción etiqueta-sabor, como el caso de Petit Agnés o Tocat de l´ala.



Ejemplo de uno de los 40 pasillos


Vista desde el túnel del vino

Bonita etiqueta y garnacha muy agradable y frutal

Otra garnacha de etiqueta original

Membrillera

Tras el cierre del túnel a las 13:00, bajamos a la planta baja para comentar con algunas bodegas, encontrarnos con conocidos de Castellón y seguir hablando de vino y probando alguno que otro, como Carmelo Rodero, bodega a la que le tengo aprecio, pues con sus vinos fue la primera cata que hice en mi vida, Carmelo desprende una simpatía sin igual, y su hija es otro encanto que no se cansa de explicar si uno lo necesita, y yo que soy cortito de entendederas, a veces lo necesito.

Así que después de todo esto, no nos queda más remedio que ir a comer, y en esta ocasión uno de los integrantes e impulsores del viaje, Jose Romero, socio principal del grupo La Guindilla (El Mercat de les tapes, 15 tapes GIN-BAR, La bodega de la Guindilla y recientemente de El Mercado en Benicassim), tiró de local conocido tras la experiencia de Miami Park y fuimos a Pago el Vicario (Ctra. CM-412 (Ciudad Real – Porzuna ) Km. 16. tlf: 902 092 926/926 666 027. web: www.pagodelvicario.com), y fue una experiencia de lo más interesante. 

Nos dejamos recomendar por parte de la casa y los platos fueron maridados con vinos de la bodega. Resaltables el rosado petit verdot y Agios (tempranillo-garnacha).

El restaurante está integrado en la misma bodega, vistas a los viñedos y a la cava de barricas. Techo altísimo pero a pesar genera calidez por el trabajo en maderas del local. El servicio fue excelente y el menú lo comento a continuación.

Bodega visible desde el restaurante

Vistas desde el ventanal del restaurante
1. Aperitivo: mejillón con remolacha: Buena forma de empezar para acompañar con el vino rosado.


Aperitivo de mejillón con remolacha
2. Degustación de 3 curaciones de queso manchego, el extracurado estaba impresionante con gránulos de cristalización.

Queso manchego 3 curaciones diferentes
3. Lomo de orza con pisto manchego: tierno el lomo y un pisto dulce, muy agradable la combinación

Lomo de orza con pisto manchego
4. Setas de temporada con yema de huevo: Perritxicos de buen tamaño, trompeta de la muerte, un pequeño surtido de monte bien salteado. Buen plato.

Setas de temporada con yema de huevo
5. Arroz de caza: plato potente, caldo sabroso y fuerte. Muy bien con el Syrah.

Arroz de caza
6. Manitas de cerdo: y subimos de potencia con las manitas, gelatina con un buen pimentón. Muy bueno, además bien con el tiempo que se estropeó ese día, apetecía platos fuertes.

Manitas de cerdo
7. Ciervo: Bueno, pero flojo, la carne estaba bien marcada, tenía sabor, pero tras la potencia de los platos anteriores se quedó corto. Guarnición muy pobre en cuanto elaboración. El vino, excelente. Agios.


Ciervo y guarnición

 Terminamos tan llenos, que no hubo hueco para postre, sólo para el café y hacer carretera de vuelta a Castellón. No puedo decir cuanto costó porque fui invitado, pero calculo que rondaría sobre los 100€, aunque he de decir que los hubiera pagado muy gustosamente por el despliegue de bodega y unos buenos primeros platos, quizá el ciervo no fue la mejor elección, en cambio el jabalí de Manolo estaba espectacular y el lechazo de Virgilio y Jose, igualmente muy bueno. Creo que merece la pena hacer la excursión, y si uno puede, y quiere alejarse del ruido, pasar una noche allí es tranquilidad asegurada.

Mi conclusión sobre FENAVIN 2013, es que esta feria NO es para mi, es interesante ver como funciona el mercado, probar multitud de vinos, vivir el ambiente profesional, pero al fin y al cabo es eso, profesional, algo que yo no soy y que a penas le puedo sacar partido. Me alegro muchísimo de haber compartido la experiencia y haberlo vivido desde dentro, pero es realmente un lugar para hacer negocio.

Espero que haya resultado interesante este artículo, a mi me lo parece.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.




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