lunes, 30 de abril de 2012

De DiverXO al cielo

Buenas a todos de nuevo.

Según las guías turísticas de Madrid que ponen expresiones típicas para que entiendas mejor a los madrileños, hay una que es "De Madrid al cielo" pues se supone que no hay nada mejor para ellos que su Madrid (para mí, una ciudad maravillosa). Pues en el caso de la hostelería, a DiverXO (C/ del Pensamiento 28. tlf: 915700766. web: www.diverxo.com) se le puede aplicar sin lugar a dudas esta expresión. Si quizá no es el único camino al cielo, sí tengo por seguro que es una de las principales vías.

David Muñoz y su equipo muestran desde el principio al pasar la puerta lo que es estar en su casa, una casa en la que cabe todo el mundo y en el que uno es tan feliz como uno quiera pues es un espacio abierto al libre pensamiento y sentimiento. Esto que suena tan poético y filosofal es la traducción a que cuando uno va a DiverXO ha de dejar lo preconcebido fuera, para empaparse de los platos que uno va a probar. Así, en manos de un personal de sala joven y con una gran inteligencia emocional y una cocina imaginativa, creativa y técnicamente sobresaliente empieza un recorrido que deseas que no termine.

Poco amigo de las fotos a sus platos, al igual que pasa en Hakkasan (comentado en este blog), donde hizo parte de su formación, uno quiere pensar, y tengo por seguro que así es, que se hace con el objetivo de que vivas de forma tranquila y sin presión la experiencia, y en parte lo defiendo (en parte porque si no, no habría blog, o al menos no luciría tanto), pues si haces las fotos y las publicas es como si te contaran la película, y aunque la película seguirá siendo buena, si te sabes el final pierde esencia, no?. Y de todas maneras, podéis ver algunos de sus platos en su web.

Ya desde el momento en el que te sientas a la mesa, tienes la primera impresión en la frente, o más bien una bola de alambres con palabras en sus puntas, y como cuando dejan a un niño con un juguete, lo primero que haces es cogerlo y empezar a mirarlo (y hasta piensas si las tarjetas son comestibles), y tras ver como has hecho el "mono" con la bola en cuestión te explican que esas palabras son las que intentarán definir la vivencia gastronómica.


Esta imagen es el ejemplo de lo que te encuentras en la mesa, a partir de ahí, yo mismo comprendí que era mejor olvidarme de hacer fotos y que ya vería como os lo contaría.

Y de verdad, no es fácil dar la explicación, pero lo intentaré.

Como no sabía cuando iba a tener la oportunidad de volver, pedí el menú largo, llamado infinito elevado a DiverXO, que ya solo por el nombre impacta, y que consta de unos 25 platos aproximadamente de 2 o 3 bocados por plato, así que las raciones son tirando a grandes para ser un restaurante de estas características.

El recorrido de sabores es impresionante empezando por unas cáscaras de marisco con espagueti de gelatina de palo cortado (pa´morirse), después la crema de esos mismos crustáceos, la sopa de rabo de toro con anguila y angulas (la primera vez en mi vida que las probaba)... los sabores que consigue con el dominio de la técnica del wok y el fuego como en el caso de los chipirones, o en el rape... u otras técnicas como la gamba cocinada al revés, que no es que David cocine de espaldas, si no que invierte el proceso. Técnicas que quizá por mi ignorancia, no había oído nunca pero que sí me cautivaron. Y una serie de platos más, que si bien los recuerdo, enumerarlos sería una tontería. Resaltar una cosa que me gustó mucho, la interactividad de los platos, siempre digo que lo que más me gusta es poder combinar los sabores a mi antojo, y muchos de los platos permiten ese juego, como el mollet de trompeta y trufa con cecina, y con el aliciente de que en muchos de ellos has de comer con las manos, como el mollet que he dicho antes o los dim sun. A ello colabora también el despliegue de vajilla que permite todo ese juego y dar vistosidad e incluso volumen al plato.

Todo explicado por el equipo de sala, gente de 10 con paciencia infinita y como decía antes con una gran inteligencia emocional, haciendo que estés en casa, capitaneados por Ángela Montero, que coordina todo el paso entre cocina y sala.

Para beber, al ser muchos platos, tocaba mucha bebida, así que pedí la posibilidad de maridaje, como obviamente, copa por plato podría ser una locura, el sumiller Javier Arroyo, con buen criterio recomendó un vino columna, en este caso Vallegarcia 2010, viogner, que tuvo una buena evolución a lo largo de la comida, con puntos frutales muy agradables. Y algún vino satélite para platos puntuales. Sin abandonar mi costumbre (buena o mala) de mi cerveza de aperitivo, que tienen como oferta, AK Damn, que es una de mis preferidas junto Alhambra 1925, o Sapporo o Kirin (ambas japonesas), lo que para mí es un gran punto a favor ya que escapan de la cerveza predominante en Madrid, Maouh (aunque también me gusta).

La única pega, el que la reserva se ha de hacer con un mes de antelación, aunque merece la pena probar a llamar si ha habido cancelación, como fue mi caso, pues decidí ir a Madrid la semana anterior. El precio, os dejo que lo consultéis en la web (tenéis el enlace al inicio del artículo), pero creo que merece la pena hacer el esfuerzo y probarlo.

Así pues, creo que la fama de David Muñoz y de DiverXO es más que merecida, a pesar de la controversia que ha generado en algunos ámbitos de la hostelería, sí que es una cocina que no deja indiferente, y que la guía Michelin ha querido reconocer con una segunda estrella. 

Como dicen en su canción 0,60, el grupo Ojete Calor del famoso Carlos Areces y Aníbal Gomez y que es tan ecléctico como el restaurante, "...en Madrid tienes de lo que quieras cuando quieras", DiverXO te ofrece en Madrid de todas todas una experiencia que merece ser vivida. Y si Michelin les dio un premio, yo les doy el de hacerme pasar un rato inolvidable.

Para terminar os dejo un párrafo de la carta de DiverXO que os hará una idea de quienes son: "...Cocina que viaja con memoria, no fusiona, creatividad y vanguardia que se inspira de forma global pero sin referentes; elaboraciones de carácter viajero pero de resultados únicos sin hilos interconectados entre diferentes culturas."

Gracias a todos!!!



A vosotros espero que os haya gustado el artículo, y que si tenéis programado ir a Madrid, o sois de Madrid, probéis la experiencia DiverXO, un paso hacia el cielo.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.




domingo, 22 de abril de 2012

La Tierreta, de camino a Zaragoza

Buenas a todos, en esta ocasión amplio el recorrido por la Comunidad Autónoma de Aragón haciendo una parada en Teruel, el motivo no fue otro que la necesidad de parar a comer en algún sitio de camino a Zaragoza, así que como daban las 15:00 y pasaba por Teruel, decidí parar allí, y elegí el sitio de la guía Repsol que más cerca estuviera de donde aparqué.

Tengo que decir que nunca había estado en Teruel, y por desgracia sólo pude parar para comer porque si no no llegaba a la hora a Zaragoza, pero sí que me gustaría ir a pasar un día largo y ver el casco antiguo, pues la entrada a la ciudad es muy bonita con el acueducto y la zona amurallada, así que seguro que tiene muchas cosas interesantes que mostrar, y no deja de ser patrimonio de nuestra historia y lo tengo a tiro de piedra.

Dejando atrás este apunte de promoción de la cultura y de la ciudad de Teruel, el lugar que me dijo la guía fue este restaurante llamado La Tierreta (C/Francisco Piquer,6, tlf:978617923, web:www.latierreta.com), está ya dentro del casco antiguo y está haciendo esquina con 2 callejones estrechos, el local tiene su decoración moderna, aunque a mi gusto un poco descuidada, y le falta luz, es un local oscuro de por sí, pero la iluminación interior no está cuidada. Cuando llegué sólo había una mesa con 2 niños, pero con el barullo que montaban parecía que había un regimiento, y al mismo tiempo no había nadie en sala para recibir, y tuve que esperar un rato a que el jefe de sala saliera, y hasta que no me metí en mitad del salón no se dieron cuenta de mi presencia.

A pesar de esta mala entrada, luego hubo algo de suerte y a Dios gracias la familia ya se iba, que no es que tenga problemas con los niños, los tengo con los padres que no son capaces de controlar a sus niños en lugares públicos y les dejan que campen a sus anchas sin llamarles la atención a sabiendas de que están molestando a los demás. Así pues, ya pude empezar a comer más tranquilo.

Pedí menú degustación y para beber tomé sólo cerveza, ya que todavía me quedaban unos kilómetros hasta mi destino.

El menú consistió en:

1. Aperitivo de la casa: Escalibada y crema de pimiento rojo y verde. Un poco de crema caliente para entrar en calor. Pasable.


2. Ensalada de guacamole con chips de yuca. Lo más reseñable, el chip, la ensalada bastante carente de sabor.


3. Rollitos de caza tryfada, demasiado hojaldre a mi parecer, el relleno demasiado seco y poca presencia de la trufa.


4. Lubina con chipirón y crema de patata: La lubina buen sabor, pero le faltaba cocción de la piel, al igual que al chipirón. La crema, era más bien puré, y no deja de ser patata.


5. Cochinillo cocinado a baja temperatura: A estas alturas ya no sé cuantos habré probado, y reconozco que cuando son buenos, están muy buenos, y tengo la suerte de tener muy cerca a uno que lo hace de maravilla, y ya sé que las comparaciones son odiosas, pero es algo irremediable cuando vas a comer el recordar en que sitio te gusta más o menos, en este sentido, este no me gustó, estaba demasiado seco y se me hizo pesado comérmelo.


6. Mojito en frio: este postre fue lo mejor que comí del menú, muy bueno, sin ser muy marcado el sabor del ron blanco y bien aromatizado.


7. Tartaleta de chocolate con sorbete de mango: Un postre normal, como el resto del menú. Nada a destacar.


El servicio es mejorable, asumo que llegué a las 15:15 sin haber otra mesa que no fuera la mía, ya que la otra mesa se fue poco después de que yo empezara a comer, pero pasaba demasiado tiempo entre plato y plato, y la comanda de la bebida lo mismo. Aunque el trato fue amable se notaban las ganas de que terminara la jornada. Quizá no elegí el mejor día, pero personalmente no vale los 58€ que pagué, principalmente por la cocina, ya que por el mismo precio he probado sitios bastante mejores.

Volveré a Teruel, pero probablemente no lo haga la Tierreta, a lo sumo a dar una segunda oportunidad si repito más de una vez el recorrido turolense.

Como decía la campaña de reveindicación de la provincia, Teruel Existe!!!, y seguro que hay montones de restaurantes y bares que descubrir, este es el primero por mi parte.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.





miércoles, 18 de abril de 2012

Riff, Mediterráneo con sangre alemana

Buenas a todos, seguimos conociendo restaurantes por la comunidad Valenciana, en esta ocasión visitamos el restaurante Riff (C/Conde Altea 18, Valencia, tlf: 963335353 web: www.restaurante-riff.com). La peculiaridad, si se puede decir así, esta en su propietario y cocinero, un alemán de larga trayectoria que acaba afincado en Valencia y que nos enseña cocina mediterránea a los españoles, muy bien enseñada, con gusto y con mucho humor (para que luego digan que los alemanes son agrios). Si queréis saber más sobre Bernd H. Knöller desde la página del restaurante os podéis informar, tanto de él como de su equipo y las actividades que realizan, como cursos de cocina o catas.

Riff me llamaba la atención desde hace ya varios años, cuando iba a un restaurante japonés que está en la misma calle, el Manga Sushi Bar, y pasaba por delante del local y siempre me decía que cuando tuviera la oportunidad iría, todo ello sin saber nada sobre el restaurante, ni sus galardones (1 Sol Repsol, 1 estrella Michelin), ni su cocinero. Con el tiempo dio la coincidencia que un amigo sí que lo conocía, y me habló muy bien de él, su actitud, su capacidad de emprender, y la defensa que hace del producto mediterráneo y de la Comunidad Valenciana, algo que como luego veréis se ve en su cocina.

Así que aprovechando un mal día, me lié la manta a la cabeza y me fui a Valencia a probarlo, que para mí no hay nada que relaje más que una buena jornada gastronómica. Es parecido a lo que le pasa a muchas chicas que se relajan yendo de tiendas, aunque luego nos arrepintamos de haber dejado temblando la tarjeta de crédito, pero siempre nos consolamos diciendo, "un día es un día, y yo me lo merezco" o no?, jajaja.

Pues vamos a comentar como fue esta nueva experiencia.

De inicio el local es muy particular, con decoración minimalista y relajante, con una fuente de agua a la entrada, y unas esculturas de alambre que me parecieron impresionantes por su simpleza, ligereza, la suspensión, volumen... dignas de museo contemporáneo y enfrente varias fotos de Bernd con los compañeros, amigos y familia que le quita seriedad y aporta familiaridad. El salón, amplio sin paredes, y mesas separadas por cortinas, con cocina vista, muy elegante.

Para comer pedí el menú largo con maridaje, al que cada plato le correspondió una copa de vino.

1. Mojama casera, mahonesa de almendra y vinagre vino. Una buena mojama, aunque a mi me gustan más potentes, con la mahonesa de la almendra, aportaba untosidad muy agradable. Sabor mediterráneo para empezar. La mahonesa se hizo sin aceite, solo con el que desprende de la propia almendra.



2. Sopa de apio fria, currywurst de pollo: aquí aparece el punto alemán, como soy un enamorado del aroma del curry, personalmente me gustó. La sopa muy buena, con un punto más cremoso y con todo el sabor del apio. Pero no son de los mejores entrantes que he probado.


(sopa de apio)


(Currywurst de pollo)





En los aperitivos estuve con cerveza, Alhambra 1925, la comúnmente conocida como Alhambra verde, decir que para aperitivo cuentan con una buena variedad de cerveza, cosa que en mucho restaurantes de este nivel no tienen.

3. Ostra, sopa de ostra y mahonesa de ostra: Ostrás!!!, cuanta ostra, excelente, por sabor y textura. Como siempre, te ha de gustar mucho el sabor salino de la ostra. Con este plato el maridaje fue con un cava, Raventós 2006.



4. Cigala con guisantes y judía ferraura: Muy buena cocción de la cigala, y lo mejor, el olor que desprende el plato. Bonito el colorido verde. Vino Moraima 2010, Albariño.



5. Acelgas, castaña y quisquilla: Un plato sorprendente, crujiente de la verdura conservado a pesar de la cocción, el dulce que aporta la castaña y sabor que aporta la quisquilla hacen una buena combinación. Me recuerda a muchas de las fotos que veo de la línea de gastrobotánica de Rodrigo de la Calle, o de Paco Morales (ya comentado en este blog). Vino Acustic DO Montsant 2010



6. Ensalada de Brocoli, berberechos y crema berberecho: Cada vez me convence más el poder del verde, sin renunciar a carnes y pescados, pero la variedad de sabor que aporta el trabajo de las verduras cada vez me gusta más y aunque este plato precisamente no es el ejemplo, el encadenar varios platos con el buen trabajo de la verdura me reafirma en este pensamiento. Vino, Zona de Burdeos con coupage S. Blanc y Semillon.



7. Zanahoria blanca asada con cardamomo y aceituna negra: Seguimos con productos de huerta, en este caso de huerta de Bernd. Plato fuera de carta que quiso introducir para que lo probara, me repito una vez más, el protagonismo de la verdura está en su cocción, una vez más ideal. Muy agradable el aroma del cardamomo y el sabor que aporta la aceituna negra.



8. Arrós Brut: Aquí es donde me quito el sombrero, excelente arroz, en su punto, con intensidad de sabor, el allioli integrado en el arroz con una suavidad perfecta, y la tinta en polvo... De 10, hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un arroz, y curioso que sea un alemán quien lo domine de esta manera. Vino un vino alemán del palatinado.



9. Pagre con tartar de clochinas: Otro plato de sobresaliente en sabor, color y textura. Vino Gran Caus Rosado Penedés. No he hecho antes comentarios de los vinos, pero en este caso lo comento porque personalmente es un rosado que me gustó mucho, pues es más seco y asemeja más a un tinto claro, se diferencia de los rosados más dulces, que a mí, personalmente no me gustan demasiado.



10. Cordero 62º 36 horas: Se corta con el dorso del tenedor, sabor potente, muy bueno. Vino San Román 2009. Toro.



11. Fresas salvajes con sorbete de sidra: sabor fresco y ácido. Vino, Sidra alemana Schneider 47 2008.



12. Selva Negra al estilo Bernd: Buen final de menú, sin ser demasiado cargante de chocolate. Quizá sea en los postres donde menos luce el menú.



Para terminar una copa de grappa, orujo italiano Castagnier Reserva. Que hizo bien su función para terminar bien este menú en Riff.

Sobre el trabajo de sala, la atención fue muy correcta y amable, todo a su tiempo, y en alguna ocasión con la colaboración de Bernd, lo que se agradece, pues puedes comentar en directo algunos de los platos que has ido probando. El trabajo de sumillería excelente, el poder maridar cada uno de los platos, y el que te expliquen el porqué, hace que la experiencia sea más completa, buen trabajo por parte de Paquita Pozo.

Si hay que poner alguna pega es la RCP, quizá algo elevada aún siendo un menú degustación largo con maridaje. Hay que tener en cuenta que está en el centro de Valencia, y que tiene una estrella Michelín, pero aún así me parece algo caro con respecto a otras experiencias que he tenido en restaurantes de estrella. Todo fueron 140€. Por otro lado, decir que tiene otras ofertas, menús reducidos, y menú de trabajo, que permite que uno pruebe una muy buena cocina por precios más accesibles (desde los 30€. 7 tapas, 2 platos y un postre), y los podéis consultar en la web, ya que los menús express los modifica cada semana (aquí os dejo un enlace para que veáis un ejemplo).

Para mí, es un sitio recomendable, local, a mi gusto, precioso, el personal, empezando por Bernd, muy amable y entregado, y lo más importante, una buena cocina.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.




martes, 10 de abril de 2012

Tram-Tram, explosión de tranquilidad y sabor.

Buenas a todos.

Tras la excursión a Capçanes y Cambrils, me tocaba al día siguiente coger un tren a Barcelona con ocasión del Musical del Vi que organiza VilaVinateca cada 2 años en la Llotja del Mar de la ciudad. Y ya que parábamos 2 días, Modesto se encargó de reservar en un restaurante del que él guardaba muy buenos recuerdos. Y este restaurante es Tram-Tram (C/Major de Sarria 121, tlf: 932048518, web: www.tram-tram.com).

El restaurante está en la zona alta de Barcelona en el barrio de Sarriá. Y aunque antes no abrían domingo, desde hace un tiempo han ampliado su horario y también abren este día de la semana a mediodía, condicionándolo a una carta exclusiva de domingo. Y aunque es una carta exclusiva, es bastante extensa. Lo que no hay es un menú degustación para este día, así que nos lo configuramos nosotros a nuestro gusto.

Como hacía un día espectacular elegimos comer en la terraza, y es la mejor opción que pudimos tomar, se respira una gran tranquilidad  y nada mejor para una comida así que estar en un buen ambiente.



Lo que se nos ocurrió ir pidiendo y en parte con la ayuda de la jefa de sala, Reyes Lizán, fue lo siguiente.

1. Gambas con alcachofa en diferentes texturas: un muy buen inicio de menú, las gambas con una cocción muy baja que hacia que se deshicieran en la boca y con toda la potencia del sabor, y con las alcachofas en crema, chip... cuadraban de lujo



2. Parmentier con huevo a baja temperatura y trufa negra: otro plato excelente, sabroso y potente, marcado el aroma de la trufa.



3. Rape con tiras de sepia y verdura: buena cocción del pescado, y las tiras de sepia con un buen tostado hacían una buena pareja.



4. Canelón de la "abuela": Otro gran plato, una bechamel también con trufa y la carne de faisán y el foie del relleno del canelón superan de largo muchos de los que he probado.



5. Callos: Impresionantes, con una buena carga de picante, la untosidad del callo, y con el acompañamiento de un buen pan (por cierto, el servicio de pan muy bueno) para rebañar hicieron de este plato un final excelente para los platos fuertes previos al postre.



6. Hojaldre de fresas silvestres: un punto dulce para terminar, muy bien trabajada la base, y muy buenas las fresas. Buen final de menú.



Para beber pedimos Emilio Rojo 2007, Ribeiro, que fue de maravilla para los primeros platos, y para los platos más potentes cambiamos a copas de tinto, en este caso, L´Equilibrista DO Cataluña, que también hizo su función.

Como apunte os voy a dejar un enlace del programa En Clau de Vi de la cadena catalana TV3 en el que entrevistan a Emilio Rojo, un personaje excéntrico pero de ideas claras. La entrevista está en castellano y no tiene desperdicio. Y Josep Roca (Celler Can Roca) nos explica muy bien las características de su vino.

Entrevista a Emilio Rojo (haced click aquí)

Fue una comida excelente además con amigos como Modesto y Roger, lo que hizo que a parte de hablar de comida y vino fueron saliendo anécdotas, sobretodo por parte de Roger, que hizo que nos estuviéramos riendo toda la comida, así que poco más se podía pedir a un día así.

Al final salimos por cerca de 100€ por cabeza, aunque es un precio quizá elevado, los sabores y el lugar merecen la pena, buen trabajo el de Isidre Soler. Si bien es cierto que gran parte del gasto se lo llevó el vino, que en carta está a un precio algo alto. Así que si se cuida este aspecto podéis disfrutar de un maravilloso restaurante en el centro de Barcelona.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.




domingo, 1 de abril de 2012

Can Bosch, recuerdo de una despedida

Buenas a todos.

En esta ocasión ampliamos el recorrido por la geografía nacional visitando la provincia de Tarragona, empezando por Capçanes para visitar la bodega, y terminando en Cambrils para comer en Can Bosch.

El motivo de este recorrido no era otro que hacerle un homenaje a nuestro amigo Nacho, tanto por su cumpleaños como porqué se casa!!!. Y además va a ser padre, todo un pack que había que celebrar de alguna manera, y no se nos ocurrió otra forma que aprovechar el día e irnos de excursión gastroenológica.

Nuestra excursión empezó a primera hora de la mañana conmigo saliente de guardia y recogiendo a Nacho, el homenajeado, Josele y Dani a las 9:30 para ir camino de Capçanes a visitar la Cooperativa. Según la información que teníamos por internet, la visita a esta bodega rompe con las formas y se hace más interactiva y participativa, y cuenta con una historia particular por ser la primera bodega en elaborar vino kosher y en la que está implicada todo el pueblo, pues en su día todos pusieron en juego sus ahorros para llevar adelante este proyecto.

Pues tras 2 horitas de coche, muchas curvas y aguantar la voz del navegador (de verdad no han pensado en ponerle otra voz a esos aparatos?) llegamos a la Bodega Capçanes.


(Dani, Josele y Nacho)

Lo que decía internet sobre la visita a esta bodega es bastante cierto, no es una revisión histórica del cultivo en la zona, como elaboran ellos el vino, etc... Obviamente algo se comenta, pero se centra más en transmitir el sentimiento del pueblo y su implicación en la misma, junto con la historia de como empezaron con el vino kosher, lo que supuso para ellos y como colaboran con la comunidad judía de Barcelona. La visita termina con la cata de algunos de sus vinos. Como no soy un gran entendido no voy a entrar a valorar la calidad de los que probamos, pero si que puedo decir que hay vinos de la DO Montsant que me han gustado más a igual gama de las que nos dieron a catar. Se echó de menos, ya que es el vino por el que más se les conoce (que no el más representativo), el poder probar "Flor de Primavera" que es el vino kosher.

Toda la información la podéis sacar de su página web: www.cellercapcanes.com


(Nacho enfrente de la bodega kosher a la que solo tiene acceso el rabino)

Tras hacer la visita, la cata y reírnos un rato con el grupo y la guía, salimos camino de Cambrils para ir a comer. Elegimos Can Bosch porque está relativamente cerca de Capçanes y es uno de los 3 restaurantes de la provincia de Tarragona junto con Rincón de Diego, también en Cambrils y Torreó de L´India en Xerta que tienen el reconocimiento de una estrella Michelin. Y leyendo referencias en internet, nos decantamos por reservar allí.

El elegir un restaurante con estrella no era otro que el que al homenajeado le apetecía experimentar esa sensación y comprobar si esas categorías son tan palpables con respecto a otros restaurantes, ya que en la provincia de Castellón no hay ningún restaurante con el reconocimiento de la estrella aunque alguno como el restaurante Arbequina (un sol Repsol) bien habría que tenerlo en cuenta, y en el que los 4 amigos hemos pasado muy buenos ratos.

Así que tras 50 minutos de coche y aguantando otra vez la voz del navegador llegamos a Can Bosch (Rambla Jaume I, 19. tlf: 977369019. web: www.canbosch.com). Cuando entramos nos acompañaron a nuestra mesa que habíamos reservado con antelación, y menos mal que lo hicimos, pues coincidimos con una concentración de Ferrari-Ducatti y presentación de una bodega, con lo que en el salón solo en ferraristas ducatteros (ruego me perdonen si alguien se ofende por definirlos así) ya había más de 40 comensales, y el resto de mesas también estaban ocupadas. Así que salón lleno hasta la bandera.

El inconveniente de esto es evidente, era fácil que se montara bastante jaleo entre brindis y más cosas típicas de este tipo de reuniones, pero esto era algo puramente circunstancial. Lo que no es tan circunstancial es la colocación de las mesas, porque había muy poca separación entre ellas y sin llegar a molestar a la mesa de al lado si que es cierto que uno sentía una cierta sensación de agobio, aunque pasado un rato nos olvidamos del entorno y nos limitamos a disfrutar del día que para eso estábamos allí.

Una vez nos hicimos a la idea, empezamos a comer, elegimos menú degustación, y para beber, a parte de la cerveza inicial, Finca L´Argata de Joan D´Enguera, DO Montsant. Que tuvo muy buena aceptación (nervioso estaba, pues me tocó elegirlo a mi y verme sometido al jurado de los colegas...).

Empezamos por snack: crujientes variados, bocado de foie y canelón de merluza al pesto.

Variado de crujientes, para abrir boca con una cerveza siempre están bien. Ninguno llamaba especialmente la atención.



El bocado de foie, era un bocado suave, nada empalagoso pero persistente de sabor.


Canelón de merluza al pesto, colorista, textura agradable en boca, pero algo falto de sabor.


Ensalada templada de vieira y roastbeef ahumado, gelatina de chirivía, espuma de parmesano y alcachofas. Muy buena, temperatura y coccion de la vieira ideal. Y el contraste con el roastbeef ahumado me pareció muy curioso. Con la espuma de queso gana mucho este plato.


Ravioli de foie, setas, cigalas y trufa negra. Muy sabroso, el aroma de la trufa bien presente, y las cigalas perfectas. Muy buen plato.


Cabracho con infusión de caldo de verduras al aceite de oliva. A mi gusto el pescado estaba demasiado hecho, aunque conservaba el crujiente de la piel. Bueno contraste el del frio-dulce de la remolacha con las verduras calientes.


Rabo de buey con parmentier y coles de bruselas. Plato de sabor muy intenso, textura melosa, que se podía cortar con el dorso del tenedor. Buen maridaje con el vino que aguantó la potencia del plato.


Texturas de cítricos con lágrimas de naranja sanguina nitro. Un buen baño ácido para limpiar la grasa del rabo de toro. Muy bueno.


Y para terminar una edición especial de tarta de chocolate con avellana que hicieron para la ocasión.


Para acompañar esta tarta, y los petit fours nos sacaron un vino dulce bastante particular según la historia que nos comento el sumiller ya que es una elaboración artesana de la zona que elabora desde hace más de 40 años la misma persona. A parte del componente histórico hay que decir que además estaba muy bueno.



(petits fours)

Tras el menú, como conclusión sacamos que nos lo pasamos muy bien, y realmente dejamos algo de lado el saber si realmente hay tanta diferencia entre tener el reconocimiento de las guías o no. Can Bosch en particular puede ser que sea una linea más clásica de elaborar cocina y de tipo de servicio, no sorprende como lo hacen Paco Morales, Ricard Camarena o De la Osa por ejemplo, pero son buenos en lo suyo y si conservan la estrella Michelin desde hace tantos años y además tiene 2 soles Repsol algo bueno tienen que tener, aunque yo prefiera otra linea de cocina.

Y de aquí, vuelta a Castellón y para no perder costumbres una visita a las tascas, que por hacerse uno un año mayor, casarse o ser padre, hay cosas que siempre han estado ahí que ojalá nunca cambien como el pasar buenos ratos juntos.

Hoy aparco el componente crítico para dedicarte este post en mi blog.

La semana que viene a estas horas habremos compartido uno de los días más emocionantes de tu vida, y en 6 meses vivirás, junto con Irene, el más importante, que es el nacimiento de vuestra hija (aunque Josele todavía tiene la esperanza de que sea un niño, jajajaja).

Todos de corazón te deseamos que todo siga yendo igual de bien que hasta ahora.

Enhorabuena!!!.





Y aquí terminó nuestra aventura, bueno... realmente terminó un poco más tarde y con unas cuantas cervezas de más, pero eso otra historia que aquí no pinta mucho.

Hasta la próxima publicación... Y como siempre...

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros