domingo, 13 de mayo de 2012

Kabuki Wellington, Japonés con estrella en Madrid

Buenas a todos, en esta ocasión seguimos ampliando el repertorio de restaurantes de Madrid, hoy es el turno del restaurante Kabuki Wellington (C/Velazquez 6, tlf: 915777877, web: www.hotel-wellington.com).

La razón de ir a este restaurante fue el simplemente el azar, pues era el día del partido Madrid-Bayer de Champions League, y no me apetecía verlo, así que me entró antojo de comer japonés y se me pasó por la cabeza probar el Kabuki Wellington, que es el primer restaurante japonés de España en recibir el galardón de estrella Michelín. El restaurante está en manos de Ricardo Sanz (os dejo el link de una entrevista por parte de conmuchagula.com). Así que con esas credenciales, llamé y todavía había mesa para cenar.

Cuando llego al restaurante, me encuentro una situación que no esperaba, día de Champions, y lleno absoluto, excepto mi mesa que estaba reservada. Así que se confirma que en este mundo hay de todo, y que en España no todo es fútbol y hay gente a la que le da bastante igual, y al mismo tiempo que la crisis no afecta a todos los restaurantes por igual, aunque eso no quiere decir que los que tienen más éxito en caja sean los mejores.

El local personalmente hablando, no me gustó demasiado, pues están muy próximos unos comensales de otros, me recordaba mucho a la distribución del Hakkasan de Londres, del que ya he hablado en otras ocasiones, que están diseñados para un servicio más rápido y de paso, que para una comida o cena más distendida, al menos esa es la sensación que a mi me daba, con camino de mesa en vez de mantel, y con remontes. Además la iluminación excedía de tenue.

Con respecto a la comida, pedí menú degustación largo con maridaje, gran trabajo por parte de la sumiller, Silvia Garcia, que eligió con mucho tino los vinos para acompañar a un menú, que es realmente largo y que desmitifica eso de que en un japonés uno puede pasar mucho tiempo comiendo que uno sale vacío. Eso sí, para conseguirlo uno paga un precio.

Así pues para empezar, como aperitivo para acompañar la cerveza (en esta ocasión una Kirin Ichiban) un pulpo y calamar picante con fruta fresca para suavizar el picante.



1. Tempura de rodaballos mini con 3 sales: Sabor muy marino del plato y variado por poder combinar con los 3 tipos de sales.




2. Usuzukuri a la bilbaina: el usuzukuri es un tipo de corte para el shasimi, aquí os dejo un enlace de youtube en el que podéis ver como despiezan el pescado, y el corte que veréis al final, sobre el minuto 6 es el corte fino que corresponde al usuzukuri. Sabor suave a pesar de la salsa bilbaina.




3. Usuzukuri en aceite de su hígado: Mujol con corte de usuzukuri con el aceite de su higad, realmente bueno el sabor del aceite.



4. Usuzukuri de atún toro con tomate fresco y pan rallado: Bien sabida es la fama del atún toro y los problemas que hay en el mar mediterraneo por la explotación que se hace de este, pero la fama la tiene merecida, es un sabor potente, que va de maravilla con el pan y el tomate, un jamón serrano del mar.


5. Usuzukuri de sardina con miga manchega y ladró: este fue por delante incluso del atún, el que más me gustó.


6. Bol de erizo con fideo de arroz: este me dejó boquiabierto, adoro el erizo de mar, y la conjunción de sabores es excelente. De los bocados que más me gustaron.


7. Bol de atún picante con huevos y papa negra: contraste de sabores con respecto al plato enterior, muy bueno, pero el erizo no se olvida tan fácilmente.


8. Niguiri de toro flambeado, de mero con sisho, de espardenya: como veis falta el de espardenya, pero no me pude resistir..., excelente el arroz de todos los niguiris.


9. Carabinero: sin palabras, yo es ver estos bichos con antenas y cabezas rojas y ya salivo, pero es que además este en particular estaba de auténtico vicio, una cabeza sabrosísima, que como con palillos es difícil de comer, tenemos una cucharilla para no dejar absolutamente nada y no dar el "show" sorbiendo la cabeza.


10. Niguiri de verduras ecológicas: buen sabor el de las verduras, poco más que reseñar.


11. Niguiri de pez mantequilla con trufa, huevo de codorniz con trufa, hamburguesa de wagyu con tomate, de anguila: vuelve a faltar uno por el ansia, buena la combinación del mantequilla con trufa, le da una potencia de sabor.


12. Tempura de ortigas: Para quien no lo sepa, la ortiga de mar (el enlace es con wikipedia) u ortiguilla, es una anémona de mar, que tiene un sabor bastante característico, y para mí, por lo que he visto, es uno de esos productos que, o los amas o los odias, a mí, me encanta. La técnica de tempura, perfecta.




13. Costilla de buey de wagyu: se cortaba con los palillos, no digo más. Y a pesar de todo lo comido, ración generosa.


14. Cremoso de yuzu: ya empezamos con los postres, en este caso un cremoso de un cítrico de Japón que es el yuzu. Ideal tras la carne.


15. Usuzukuri de chocolate: buen final, un dulce suave y agradable, y en formato "usuzukuri"de chocolate blanco con cremoso de chocolate negro, una forma acorde para terminar este extenso menú.


Como habéis visto el menú, corto no es, pero a eso hay que sumarle el maridaje que se compuso de:

1. Manzanilla Sacristía primera saca 2010. De bodegas Barbadillo
2. Champagne Lallier Grand Reserve. Chardonnay, Pinot Noir
3. Palacio de Otazu 2006 DO Navarra
4. Robert Weil Kiedrich 2010. Rheingau-Alemania
5. Palo Cortado VORS Cardenal. Bodegas Valdespino
6. Amontillado VORS 30 años. Bodegas Tradición
7. Monthelier. Domaine Roulot. Borgoña. Francia

Y para terminar un whisky japonés, cuya fábrica por desgracia desapareció tras el desastre del terremoto de hace un año, y que he de decir que estaba espectacular.



Bueno, pues como conclusión de mi experiencia, saco una serie de pros y otra de contras.

Como Pros: Una cocina muy buena y muy cuidada, menú largo muy completo, con un servicio de sumillería sobresaliente, lo que completa mucho la experiencia.

Como Contra: el local, a mi gusto, me es incómodo, al menos en la zona que yo estaba. Y por otro lado el precio, para lo pagado (230€), he tenido mejores vivencias, lo que no quita el que lo valga, pues como habéis visto son muchos tipos de elaboraciones, mucho producto y de calidad, más el maridaje. Pero no me quedé con la misma sensación que he tenido en otros restaurantes del mismo calado.

Volvería?, la verdad es que sí, pero iría mirando la carta y buscando determinados platos, como el bol de erizo, la tempura de ortigas o un variado de niguiris. Y reservando alguna de las mesas que tienen más espacio.

Y hasta aquí esta larga experiencia en Kabuki Wellington.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.






















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