miércoles, 30 de mayo de 2012

The Burguer Lab, experimentando con la carne

Buenas a todos, todavía no hemos terminado con nuestra ruta por Madrid, en este caso vamos a pasar a un mundo totalmente diferente, una hamburguesería. Sí, como lo leéis, tras haber estado en DiverXO, Kabuki Wellington, y el siempre adorado por mí, Arce, porqué no probar algo diferente, y además en el barrio que a mi más me gusta de Madrid como es Malasaña.

Así que en este caso, lo que probé tras estar con unos amigos en el Mercado de San Antón y quedarme con hambre, fue este local llamado The Burguer Lab (C/San Joaquin 5, tlf: 915222621, web: www.burguerlab.com).

Realmente, ya llevaba tiempo queriendo ir pues a través de un blog amigo, que es Sinestesia Gastronómica, ya lo comentaban y me picaba la curiosidad (aquí os dejo su artículo, que es más completo que el mío), además como decía antes, está en una zona que al lado ya tienes los locales para salir de festival.

Como muchos de los locales de Malasaña, no se caracteriza por ser muy espacioso, pero es que tampoco es un local para estar mucho tiempo, si no más bien yo lo concibo como un local para comer rápido, a gusto, y de forma diferente.

El local estaba lleno, así que comí sentado pero en la barra que da a la calle, que era de los pocos sitios que quedaban, y aún siendo poco personal, me atendieron enseguida, y una buena pinta de budweiser mientras elegía mi hamburguesa...

La carta y mantel me encantaron, pues tiene su propio lenguaje, una tabla periódica muy particular con elementos como el Pe (pepinum), Le (Lechuguitum) o el Px (peterximenum). Y una carta extensa de hambrguesas como Marrakech, Pollo Tandori, canguro, venado, cebra... Así que ante tanta oferta a uno le cuesta un poco decidirse si es la primera vez que va. 



Yo elegí la de canguro (o skippy como la denomino yo, en honor al ilustre canguro que acompaño la infancia de mi generación).

Ingredientes: 150gr carne de canguro, cebolla, enebro, ajo, cúrcuma, cheddar rojo, champiñones
Salsa: Reducción PX 
Acompañamiento: ensalada o patatas (en mi caso ya se ve que elegí la segunda opción)


Para mi gusto, la carne estaba demasiado hecha, pero de sabor estaba bien, la salsa de PX tiene el problema de que enmascara demasiado algunos sabores, pero en este caso no era muy predominante.

Aún así, estaba bastante bien, si hubiera que ponerle nota como en el colegio, yo le daría un 7. Y al conjunto de local y comida un 7,5-8. Es un lugar en el que se está cómodo, la música es toda indie y el personal muy majete. Los precios son muy asequibles y los tenéis en la web, yo pagué 12€.

Aceptan sugerencias, y lo anuncian en el propio menú y yo les propuse que introdujeran la de cocodrilo, que tuve la oportunidad de probarlo en Australia hace ya bastantes años, y me dijeron que lo pensaron, pero cuando iniciaron los tramites, al ser carne de reptil no estaba permitido... Una pena, porque recuerdo que me gustó...

Es un local que recomiendo si uno va con la intención de comer rápido y estar a gusto al mismo tiempo, y luego festival o callejear por el barrio.

Me quedo con una frase que está en su mantel-menú: "Quiero seguir peleando, porque es lo único que me mantiene alejado de los locales de hamburguesas. Si no peleo, me comeré este planeta" el iluminado que dijo estas palabras no es otro que el icono de la hamburguesa en EEUU, George Foreman, 2 veces campeón del mundo de boxeo. Y que algunos conoceréis por sus anuncios de teletienda  de su revolucionario grill eliminagrasa.

Espero que os animéis a probarlo, y emitáis vuestro juicio.

Y tras este atípico post...

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.





domingo, 20 de mayo de 2012

Taberna El Lío.

Buenas a todos, seguimos paseando por Madrid, en este caso cambiamos de estilo de cocina, nos olvidamos de las mesas, manteles y de los menús largos degustación, para pasar a algo mucho más sencillo, que no significa en absoluto que comamos peor.

En esta ocasión probamos la Taberna El Lío (C/Arrieta 5, tlf: 915591014), en centro puro de Madrid al lado del Teatro Real. Un local de decoración acorde a la zona, clásico y con 2 zonas, a la entrada las mesas y al fondo la barra.

En esta ocasión había quedado con una amiga que es de Madrid y que tenía ganas de probar esta taberna, y como no teníamos muchas ganas de sentarnos después de estar sentada unas horas de coche, optamos por comer en la barra.

Pedimos 3 cosas, ensaladilla rusa con tartar de atún, mollejas con verduras y como hacía un día fresco, unos callos. Y para acompañar, una cerveza y después unas copas de tinto de la zona sur de Madrid, del que no recuerdo el nombre, pero que era muy similar a Regejal.

1. Ensaladilla con tartar de atún: la ensaladilla estaba buena, pero no entendí muy bien que pintaba el tartar, no me gustó la combinación.


2. Mollejas con verduras: la mollejas estaban buenas, enharinadas y fritas, y las verduras estaban trabajadas como un pisto, una forma diferente de comer la molleja, que me gustó bastante.


3. Callos a la madrileña: la verdad es que hace poco que me he aficionado a los callos, y ahora cada vez que los veo los pido, estos estaban potentes porque así lo pedimos, sin ser los mejores que he comido (todavía tengo grabados los del Tram-Tram), estaban muy ricos.


Esto junto con las cervezas y vinos (4 copas) fueron 34€ por cabeza, un precio nada descabellado, pues las raciones eran buenas. Y tras estar paseando antes por las calles de Madrid y estar tomando cañas y probando la tortilla de patatas de Juana la Loca (plaza puerta de moros 4 tlf: 911232644), que es la mejor que he probado hasta la fecha (son los mejores 4€ invertidos en un pincho), y su huevo con trufa, tampoco es que hubiera demasiado apetito.


(tortilla de Juana La Loca)


(huevo con trufa... bueno, pero me quedo con la tortilla) 

No sin haber pasado antes por el Mercado de San Miguel, y alguna caña por la cava baja...

Pero me planteo que si no hubiera comido esto antes, quizá me hubiera quedado con apetito, pero eso depende de la capacidad de cada uno, y según me dicen, lo mío es poco común, así que El Lío puede ser un buen lugar para parar a comer.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.







domingo, 13 de mayo de 2012

Kabuki Wellington, Japonés con estrella en Madrid

Buenas a todos, en esta ocasión seguimos ampliando el repertorio de restaurantes de Madrid, hoy es el turno del restaurante Kabuki Wellington (C/Velazquez 6, tlf: 915777877, web: www.hotel-wellington.com).

La razón de ir a este restaurante fue el simplemente el azar, pues era el día del partido Madrid-Bayer de Champions League, y no me apetecía verlo, así que me entró antojo de comer japonés y se me pasó por la cabeza probar el Kabuki Wellington, que es el primer restaurante japonés de España en recibir el galardón de estrella Michelín. El restaurante está en manos de Ricardo Sanz (os dejo el link de una entrevista por parte de conmuchagula.com). Así que con esas credenciales, llamé y todavía había mesa para cenar.

Cuando llego al restaurante, me encuentro una situación que no esperaba, día de Champions, y lleno absoluto, excepto mi mesa que estaba reservada. Así que se confirma que en este mundo hay de todo, y que en España no todo es fútbol y hay gente a la que le da bastante igual, y al mismo tiempo que la crisis no afecta a todos los restaurantes por igual, aunque eso no quiere decir que los que tienen más éxito en caja sean los mejores.

El local personalmente hablando, no me gustó demasiado, pues están muy próximos unos comensales de otros, me recordaba mucho a la distribución del Hakkasan de Londres, del que ya he hablado en otras ocasiones, que están diseñados para un servicio más rápido y de paso, que para una comida o cena más distendida, al menos esa es la sensación que a mi me daba, con camino de mesa en vez de mantel, y con remontes. Además la iluminación excedía de tenue.

Con respecto a la comida, pedí menú degustación largo con maridaje, gran trabajo por parte de la sumiller, Silvia Garcia, que eligió con mucho tino los vinos para acompañar a un menú, que es realmente largo y que desmitifica eso de que en un japonés uno puede pasar mucho tiempo comiendo que uno sale vacío. Eso sí, para conseguirlo uno paga un precio.

Así pues para empezar, como aperitivo para acompañar la cerveza (en esta ocasión una Kirin Ichiban) un pulpo y calamar picante con fruta fresca para suavizar el picante.



1. Tempura de rodaballos mini con 3 sales: Sabor muy marino del plato y variado por poder combinar con los 3 tipos de sales.




2. Usuzukuri a la bilbaina: el usuzukuri es un tipo de corte para el shasimi, aquí os dejo un enlace de youtube en el que podéis ver como despiezan el pescado, y el corte que veréis al final, sobre el minuto 6 es el corte fino que corresponde al usuzukuri. Sabor suave a pesar de la salsa bilbaina.




3. Usuzukuri en aceite de su hígado: Mujol con corte de usuzukuri con el aceite de su higad, realmente bueno el sabor del aceite.



4. Usuzukuri de atún toro con tomate fresco y pan rallado: Bien sabida es la fama del atún toro y los problemas que hay en el mar mediterraneo por la explotación que se hace de este, pero la fama la tiene merecida, es un sabor potente, que va de maravilla con el pan y el tomate, un jamón serrano del mar.


5. Usuzukuri de sardina con miga manchega y ladró: este fue por delante incluso del atún, el que más me gustó.


6. Bol de erizo con fideo de arroz: este me dejó boquiabierto, adoro el erizo de mar, y la conjunción de sabores es excelente. De los bocados que más me gustaron.


7. Bol de atún picante con huevos y papa negra: contraste de sabores con respecto al plato enterior, muy bueno, pero el erizo no se olvida tan fácilmente.


8. Niguiri de toro flambeado, de mero con sisho, de espardenya: como veis falta el de espardenya, pero no me pude resistir..., excelente el arroz de todos los niguiris.


9. Carabinero: sin palabras, yo es ver estos bichos con antenas y cabezas rojas y ya salivo, pero es que además este en particular estaba de auténtico vicio, una cabeza sabrosísima, que como con palillos es difícil de comer, tenemos una cucharilla para no dejar absolutamente nada y no dar el "show" sorbiendo la cabeza.


10. Niguiri de verduras ecológicas: buen sabor el de las verduras, poco más que reseñar.


11. Niguiri de pez mantequilla con trufa, huevo de codorniz con trufa, hamburguesa de wagyu con tomate, de anguila: vuelve a faltar uno por el ansia, buena la combinación del mantequilla con trufa, le da una potencia de sabor.


12. Tempura de ortigas: Para quien no lo sepa, la ortiga de mar (el enlace es con wikipedia) u ortiguilla, es una anémona de mar, que tiene un sabor bastante característico, y para mí, por lo que he visto, es uno de esos productos que, o los amas o los odias, a mí, me encanta. La técnica de tempura, perfecta.




13. Costilla de buey de wagyu: se cortaba con los palillos, no digo más. Y a pesar de todo lo comido, ración generosa.


14. Cremoso de yuzu: ya empezamos con los postres, en este caso un cremoso de un cítrico de Japón que es el yuzu. Ideal tras la carne.


15. Usuzukuri de chocolate: buen final, un dulce suave y agradable, y en formato "usuzukuri"de chocolate blanco con cremoso de chocolate negro, una forma acorde para terminar este extenso menú.


Como habéis visto el menú, corto no es, pero a eso hay que sumarle el maridaje que se compuso de:

1. Manzanilla Sacristía primera saca 2010. De bodegas Barbadillo
2. Champagne Lallier Grand Reserve. Chardonnay, Pinot Noir
3. Palacio de Otazu 2006 DO Navarra
4. Robert Weil Kiedrich 2010. Rheingau-Alemania
5. Palo Cortado VORS Cardenal. Bodegas Valdespino
6. Amontillado VORS 30 años. Bodegas Tradición
7. Monthelier. Domaine Roulot. Borgoña. Francia

Y para terminar un whisky japonés, cuya fábrica por desgracia desapareció tras el desastre del terremoto de hace un año, y que he de decir que estaba espectacular.



Bueno, pues como conclusión de mi experiencia, saco una serie de pros y otra de contras.

Como Pros: Una cocina muy buena y muy cuidada, menú largo muy completo, con un servicio de sumillería sobresaliente, lo que completa mucho la experiencia.

Como Contra: el local, a mi gusto, me es incómodo, al menos en la zona que yo estaba. Y por otro lado el precio, para lo pagado (230€), he tenido mejores vivencias, lo que no quita el que lo valga, pues como habéis visto son muchos tipos de elaboraciones, mucho producto y de calidad, más el maridaje. Pero no me quedé con la misma sensación que he tenido en otros restaurantes del mismo calado.

Volvería?, la verdad es que sí, pero iría mirando la carta y buscando determinados platos, como el bol de erizo, la tempura de ortigas o un variado de niguiris. Y reservando alguna de las mesas que tienen más espacio.

Y hasta aquí esta larga experiencia en Kabuki Wellington.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.






















lunes, 7 de mayo de 2012

Antiguo Paraíso, encanto maño en sala

Buenas a todos, seguimos recorriendo Zaragoza tras la publicación especial de DiverXO, en este caso hablaré de un restaurante clásico de la ciudad, Antiguo Paraíso (C/Dato 4, tlf: 976221107 web: www.antiguoparaiso.com), un restaurante que les gusta mucho a mis amigos Eduardo y Estela, a los que fui a ver en ocasión de su boda, y al que el día previo al enlace fuimos a cenar para darnos el último capricho antes de que estuvieran casados. Cierto que tuvo que ser con moderación, pues no era cuestión de llegar al día siguiente con cara de resaca.

Dejando las anécdotas a parte, el lugar tiene un encanto especial, tanto por el tipo de local, una barra de toda la vida y una sala de restaurante con decoración clásica, en madera muy propia de los años de su inauguración en los 50, con algunas vidrieras en la barra al estilo modernista y una buena iluminación. Como principalmente la gente que lo regenta, padre e hijo, que son quienes le transmiten toda la esencia al local, gente que sigue trabajando con ilusión y ganas en un local céntrico, que siempre está abarrotado de gente, y seguro que no es sólo por su comida, si no que en gran parte es por ellos.

Como he dicho antes, no era cuestión de cenar de forma muy abundante ni pasarnos con la bebida, así que decidimos pedir varias cosas para picar, dejándonos recomendar por el padre (Carlos Navarro, si no me equivoco), y con un plato definido especialidad de la casa que era el steak tartare.

Así pues lo que cenamos fue:

1. Sardina de Valladolid: muy sabrosa y de buen tamaño.



2. Alcachofas fritas: muy bien cocinadas, aunque al pelarla dejaron demasiada hoja.



3. Mejillones de roca con crema: Para ser de roca, eran de un buen calibre, y la crema estaba realmente buena.



4. Steak Tartar: esta es una de sus especialidades, por desgracia se escapa mucho a lo que es un buen tartar, demasiada salsa y crema, lo marina demasiado, y a penas hay sabor de la carne. Una pequeña decepción.



Para beber, cerveza Ambar, más dulce de lo que a mi me gusta, pero está buena, y una botella de Chardonnay Viñas del Vero, un blanco dulce, a elección de Estela, que para algo era ella quien se casaba al día siguiente, y a una novia no se le puede negar nada el día previo de su boda, a parte de que se lo merece.

Y luego pasamos a tomar Edu un Gin-Tonic y yo mi clásico orujo blanco como digestivo.

El precio total de la experiencia, 86€, donde la mayor carga se la llevó el Steak Tartar.

Si bien es cierto que el Steak Tartar pudo no gustarme, para gustos están los colores, pues a Edu y Estela les gusta mucho como lo hacen en este restaurante. Y en absoluto empañó el buen hacer de esta casa clásica en Zaragoza, a la que recomiendo fervientemente ir si visitáis la ciudad, que a parte de ser muy bonita, tiene una buena cultura de salir a la calle a tomar unas cañas con sus tapas (no dejéis de visitar el tubo, zona de calles de bares donde ponerte hasta arriba de cerveza y tapas), y en este restaurante cuidan mucho a sus clientes y ofrecen siempre su mejor comida con su mejor sonrisa.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.