martes, 20 de marzo de 2012

Vi Cool, muy poco "cool"

Buenas a todos, tras una jornada de fiestas en Castellón por la Magdalena, reinicio de nuevo la labor de escribir en el blog.

En esta ocasión comentaré el último restaurante que pisé en Madrid, el Vi Cool de Sergi Arola (C/Huertas 12 tlf. 914294913. web: www.vi-cool.com). Como ya he comentado en otra ocasión, sabéis que hay grandes cocineros que están montando locales alternativos a su restaurante principal para acercarse a un público más general y ofrecer sus ideas a un precio más acorde a la economía popular, este es el caso de Estado Puro de Paco Roncero (comentado en este blog) o Vuelve Carolina de Quique Dacosta (también comentado en el blog). En esta ocasión probé el de Sergi Arola, pero por desgracia con un resultado bastante más bajo que el que ofrecen Roncero o Dacosta.

El local está ubicado en una calle bastante transitada del centro de Madrid que da hacia la plaza de Santa Ana, un local de 2 plantas (planta baja y sótano), la planta baja bastante estrecha entre barra y pared, y ambas estaban llenos. Como no tenía prisa, esperé consiguiendo hacerme un hueco en la barra de pie, y pedir una cerveza hasta que tuviera un sitio donde sentarme... Y tanto que esperé, porque no conseguí el objetivo de que uno de los camareros me sirviera la cerveza, a pesar de haberla pedido y que me escuchara. Pero durante la espera si que me habían conseguido la mesa en el sótano (pero seguía sin cerveza).

Así que uno de los camareros me guía hasta el sótano, que no a mi mesa, y me hacen esperar un rato más hasta que otro de los camareros me acompañara hasta la que iba a ser mi mesa, y todo esto, todavía sin la cerveza. Llego a mi mesa, y la verdad, están exageradamente próximas, las 2 parejas que tenía, una a cada lado, no podían tener privacidad estando yo sentado a la mesa de entre estas 2, muy incómodo.

Me ofrecen la carta, que tiene un formato bastante original, pues es una imitación a una carta con sello de la cara de Arola, y les pido una vez más la cerveza, al rato, me traen la cerveza (por fin!!!) y me tomaron nota.

1. Steak tartar con sopa de soja y yema de huevo de corral. Un plato del que esperaba más sabor y potencia, me dejo indiferente.


2-3: Bravas Arola y Canelones clásicos de "carn d´olla": Los pongo juntos porque me los trajeron a la vez. Las bravas Arola, supuestamente son una de sus especialidades en este local, yo personalmente me quedo con otras como las de Estado Puro, pero estaban bien hechas, la patata bien cocinada y el allioli era suave y agradable al gusto, aunque insisto que no me acabaron del todo, además no son recomendables para pedirlas un solo comensal, pues no hay opción a media ración. Sobre los canelones, pasa igual que con las patatas, la verdad que de sabor correctos, pero demasiada ración para 1 comensal. Comento lo de las cantidades porque se supone que es un local de tapas, y lo ideal de estos sitios es poder probar varias cosas, si hay mucha cantidad sólo puedes con 2-3 platos a lo sumo.

Una de las cosas que también hizo que no me acabaran de gustar los platos fue la temperatura, ambos estaban templados, con lo que al poco tiempo estaban frios, de hecho un par de patatas me las tuve que dejar. Ya no sólo por la cantidad si no por la temperatura.


Dicen que los postres es uno de los fuertes de este local, pero entre que ya estaba lleno y que el servicio es lento, no pedí. Pero según decían algunos de los comensales de alrededor la copa catalana está muy buena.

La verdad es que fue una decepción, no sólo porque la comida fallara, si no, más por el servicio. Fue una mezcla entre ausentes y enfadados, no sólo conmigo, si no con los otros comensales. Al estar tan juntos nos pusimos a comentarlo nosotros 5. Una de las parejas se quejaba de que los platos les habían salido a destiempo, sacando algún segundo antes que algún primero, pedir la bebida era una odisea, tenías que pedir las copas de vino o las cervezas de 2 en 2 por si te bebías una rápido al menos sabías que aún te quedaría bebida para el resto de comida, y cada vez que pedías algo parecía que era una ofensa para ellos, ni una sola sonrisa. A eso hay que sumarle que el local es ruidoso de por sí, si le sumas la música a un volumen aun más alto la cosa se pone peor. Sinceramente un cúmulo de despropósitos que se debieran tener en cuenta.

En este local se puede salir desde por 15€, yo lo hice por algo más de 40€, pero personalmente tras la experiencia, ni por 15€.

Y hasta aquí llega mi ultima estancia en Madrid.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.




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